Aprender hoy para
liderar mañana
Cada distinción académica encierra una historia de dedicación, esfuerzo y superación personal. Formar parte del “Cuadro de Honor” no es solo el fruto de un desempeño sobresaliente, sino también la evidencia de que la constancia, el compromiso y la curiosidad son aliados clave para construir las bases de un futuro profesional sólido.
Estos graduados no solo alcanzaron la excelencia en sus estudios, sino que también desarrollaron una de las competencias más valiosas para el mundo actual: la capacidad de aprender en forma continua. Durante su paso por la universidad, además de conocimientos técnicos, incorporaron habilidades socioemocionales, como resolver problemas, trabajar en equipo y adaptarse a nuevos contextos, todas esenciales para afrontar los retos de un mercado laboral en permanente evolución.
El avance acelerado de tecnologías como la inteligencia artificial y la automatización está transformando ocupaciones y generando otras nuevas. En este escenario, ninguna aptitud es definitiva y la formación continua deja de ser una opción para convertirse en una necesidad. La primera carrera universitaria es apenas la base sobre la que se edificará una trayectoria que, probablemente, incluya especializaciones, certificaciones e incluso estudios en áreas o disciplinas que hoy no existen.
Por eso, esta distinción es mucho más que un diploma o una mención, es la confirmación de que estos jóvenes talentos cuentan con la actitud y las herramientas necesarias para seguir creciendo, sin importar cuánto se transforme el entorno.
Desde Randstad, celebramos su dedicación y compromiso, y los animamos a mantener viva la pasión por aprender. Que este logro sea el primero de muchos y que el deseo por superarse los impulse siempre hacia nuevas metas.
OPINIÓN
Por Andrea Ávila
CEO de Randstad para Argentina y Uruguay