Al gobierno nacional se le alinearon los planetas luego del triunfo en las elecciones de medio término. El 40% de los votos le permitió quedar a cubierto de eventuales juicios políticos y ahuyentar los vetos. Hasta podría convertirse en primera minoría parlamentaria si se concretan previsibles desgajamientos en el peronismo.
Si a la fuerza de los votos le suma habilidad para negociar en el Congreso y con los gobernadores, podrá contar en el corto plazo con las mayorías necesarias para avanzar con las transformaciones prometidas en materia laboral y tributaria, factores hoy indispensables para que los sectores productivos ganen competitividad evitando cambios bruscos de la política cambiaria. También estará a partir del 10 de diciembre en condiciones de acordar designaciones clave en el Poder Judicial que están trabadas desde hace varios años a esta parte.
Con el triunfo de las políticas pro mercado, el ministro de Economía Luis Caputo ahora cuenta con varias alternativas para pagar vencimientos de deuda y sin urgencias para sumar reservas: desde usar el swap estadounidense, arreglar un repo con bancos internacionales y hasta directamente emitir deuda en el mercado, aunque es difícil que pueda hacerlo para los primeros vencimientos de enero 2026. Un dato de lo que se viene fueron las primeras colocaciones de ON de empresas en el mercado internacional, con un riesgo de 400 puntos.
Esas colocaciones refuerzan la cartera de dólares de la Argentina, y a ello hay que sumar unos u$s1.000 M por exportaciones de trigo, un 30% más de lo que ingresó durante la última campaña. La incipiente campaña sojera es también promisoria, si se tienen en cuenta una cotización por encima de los u$s 400 y buenas perspectivas climáticas.
Luego de que los argentinos compraron más de u$s5.000 M –sólo en septiembre– con la ayuda del Tío Sam la plaza se tranquilizó y se acallaron las presiones devaluacionistas. Para evitar malos tragos el gobierno sostendrá el esquema de bandas flotantes porque tiene resto para hacerlo –a pesar de las escasas reservas– con el objetivo de mantener bajo control la inflación, tras una racha de cinco subas mensuales consecutivas. La inflación mayorista de octubre, de 1,1%, es una buena señal, luego del pico de 3,7% registrado en septiembre. Con todo, la emisión de pesos para absorber más reservas quedará como tarea para cuando ingresen al país los dólares de la cosecha de granos gruesos.
La baja de tasas de interés que trajo la pax cambiaria permiten abrigar una salida a corto plazo de la recesión que golpeó durante los últimos meses y ya se pronostican tasas de crecimiento del 3 al 5% para 2026, a pesar del arrastre negativo del último tramo del 2025. Si no comete errores forzados, el gobierno tiene cancha libre para avanzar.
Sin errores forzados,
el gobierno tiene la cancha libre
Por GABRIEL GONZÁLEZ
Director de Punto biz
NOTA DEL EDITOR