Anabel cumple 30 años y renace como Apoint: tradición y bienestar
en corazón
El tradicional salón de eventos Anabel, ícono indiscutido de la vida social rosarina, celebra sus 30 años con una transformación tan ambiciosa como innovadora. Fundado en 1995 por Omar Antolini y María Teresa Haure, el espacio ha sido testigo de incontables momentos memorables para las familias de la ciudad. Hoy, de la mano de su actual titular, Abel Antolini, da un giro significativo que apunta a combinar su historia con las nuevas tendencias de bienestar, deporte y gastronomía consciente, bajo un nuevo nombre: Apoint by Anabel.
El complejo ubicado en la tradicional esquina de Acevedo y Eva Perón, en el corazón de Fisherton, se expande no solo en superficie, sino en concepto. Atrás queda el modelo exclusivo de salón de fiestas. En su lugar, nace un espacio multifuncional pensado para ofrecer experiencias integrales que integran lo social, deportivo y saludable.
El cambio se materializa con la incorporación de canchas de pádel de alta calidad, un lounge bar con propuestas gastronómicas saludables y un espacio de juegos para niños, todo rodeado de un entorno natural y estéticamente cuidado que realza la experiencia desde el primer momento.
La nueva apuesta gastronómica lleva un nombre cargado de simbolismo: Teresa Point. Se trata de un homenaje a la madre de Abel, María Teresa Haure, cofundadora de la marca. “El bar no solo honra su legado, sino que propone una carta con identidad propia, basada en productos frescos, jugos frutales detox, mucha lima, pepino, jengibre y platos saludables que se destacan tanto por su sabor como por su valor nutricional”, explicó Abel Antolini, al frente de la firma, en diálogo con Punto biz. Este enfoque busca responder a una demanda creciente en el consumo responsable y el interés por el bienestar físico y emocional.
Más allá de la expansión edilicia, la iniciativa se enmarca en una reconversión estratégica. La decisión de intervenir en la infraestructura del salón y aprovechar el terreno que antes se utilizaba como estacionamiento responde a múltiples factores. “Notamos que hoy la gente se cuida mucho más, sobre todo con la ley cero de alcohol en Rosario. Ya no vienen cuatro personas en cuatro autos. El espacio estaba, y decidimos aprovecharlo para algo más significativo”, señaló. Con esta transformación, el salón no solo renueva su estética con veredas perimetrales, un cerco nuevo de dos metros, portones motorizados y mejoras estructurales, sino que también redefine su identidad.
Ya no se trata solamente de cumpleaños de quince o casamientos; el espacio ahora podrá albergar catas de vino, noches temáticas como “miércoles de chicas” o “jueves de sushi”, y actividades más vinculadas al disfrute cotidiano.
Desde el punto de vista técnico, el proyecto avanza a gran velocidad. Las canchas de pádel ya se encuentran prácticamente listas: césped instalado, acrílicos montados, iluminación colocada y sistema audiovisual en funcionamiento. Solo resta la finalización de los vestuarios, prevista para los próximos 30 días. Una vez terminados, comenzará la segunda fase de obras centrada en la apertura del bar, estimada para dentro de 60 días. Esta planificación permite anticipar que hacia fines de abril el complejo estará plenamente operativo.
Con esta evolución, Apoint by Anabel no solo busca consolidar su lugar en la agenda social rosarina, sino también sembrar las bases para una futura expansión regional. Aunque no hay aún una estrategia definida para replicar el modelo en otras ciudades, el desarrollo de una identidad de marca sólida, junto con la experiencia acumulada, posicionan al emprendimiento como un referente del sector, con potencial para llegar a localidades del oeste metropolitano como Funes o Roldán.
El rediseño de Anabel, más allá de lo estético y funcional, encierra una mirada sensible sobre el presente y el futuro del entretenimiento y el encuentro social. En tiempos donde el bienestar personal se entrelaza con la vida cotidiana, el nuevo rumbo elegido por la familia que desde hace décadas lleva las riendas de Anabel, representa una lectura inteligente del contexto y una respuesta clara a las nuevas formas de habitar los espacios.
De este modo, la esquina de Acevedo y Eva Perón, testigo durante décadas de festejos y emociones, se reinventa para seguir siendo protagonista de nuevas historias. Con una mirada puesta en el porvenir, pero sin olvidar sus raíces, Anabel se transforma en Apoint, reafirmando su esencia: crear experiencias que perduran en la memoria colectiva.
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El emblemático salón de eventos rosarino inaugura una nueva etapa bajo una nueva identidad. El rediseño incluye canchas de pádel, un bar saludable en honor a su fundadora
Autoridades municipales participaron de la celebración del aniversario redondo.
Primera y segunda generación de Anabel: Omar Antolini y su hijo Abel.
Las distinguidas instalaciones de Apoint by Anabel.
Se intervino la infraestructura del salón y se aprovechó la vieja zona de estacionamiento.