La construccion busca su mejor cimiento Agosto 25 | Page 27

El mercado inmobiliario argentino atraviesa un proceso de transformación que combina incertidumbre, desafíos y oportunidades. El incremento sostenido de los costos de construcción, la falta de crédito hipotecario y el estancamiento en los precios de las propiedades usadas marcan el pulso de un escenario complejo para el mercado inmobiliario. Al mismo tiempo, los hábitos de ahorro de los argentinos también cambiaron: los plazos largos dejaron de ser la norma y los inversores buscan opciones más tangibles y de menor espera.

En este contexto, empresas desarrolladoras con trayectoria en el país se ven obligadas a redefinir sus estrategias. Una de ellas es Pilay, con más de 35 años de experiencia en la región centro. La compañía, que durante mucho tiempo se apoyó en un modelo sólido de departamentos, decidió ampliar la oferta y adaptarse, según explica su CEO, Martín Prez, a la nueva demanda con productos más variados: desde monoambientes y cocheras hasta barrios cerrados y proyectos premium.

-¿Cómo describiría el panorama actual del mercado inmobiliario en Argentina?

Lo definiría como un escenario en transformación. En los últimos años los costos de construcción se incrementaron de manera muy fuerte, en muchos casos por encima de la inflación general, y eso impactó de lleno en los proyectos al pozo. A la vez, los precios de los inmuebles usados quedaron atrasados en dólares, lo que genera una brecha de alrededor del 30% con lo que cuesta construir desde cero. Esa diferencia frena el dinamismo del sector porque desalienta tanto a desarrolladores como a inversores. La combinación de distintos factores nos lleva a un mercado que está en plena reconfiguración.

-¿Qué cambios observa en los hábitos de ahorro e inversión de los argentinos?

Hace unas décadas, la idea de los planes de ahorro a 20 o 25 años era algo natural. La gente pensaba en horizontes largos, con cuotas pequeñas pero sostenidas en el tiempo, que permitían llegar a una vivienda. Hoy eso ya no funciona igual.

Los jóvenes, en particular, piensan en plazos más cortos. Quieren resultados visibles en el presente o en un horizonte de pocos años, no dentro de dos décadas. Prefieren productos más tangibles: un lote, un monoambiente, una cochera, algo que puedan ver y eventualmente revender. Eso nos obliga a repensar el tipo de desarrollos que ofrecemos y también los mecanismos de financiación.

-¿Cómo se refleja esta transformación en la estrategia de Pilay?

Durante muchos años tuvimos lo que podríamos llamar un monoproducto: el departamento de un dormitorio, de buena calidad, que respondía a la lógica de ahorro a largo plazo. Fue una fórmula muy exitosa y nos permitió construir una relación de confianza con los clientes.

Pero hoy el mercado ya no admite esa única propuesta. El desafío es diversificarnos. Por eso hemos ampliado la cartera: ofrecemos desde monoambientes y cocheras hasta proyectos premium y barrios abiertos y cerrados. También condominios que combinan áreas comunes con unidades de distintas tipologías. La idea es abarcar diferentes segmentos, desde el inversor que busca resguardo de valor hasta la familia que quiere un entorno más amplio en las afueras de la ciudad.

-¿Cuáles son los proyectos más destacados que están desarrollando?

En Rosario avanzamos con un emprendimiento en Avenida Carballo, en el predio de la ex Fecovita. Es un proyecto importante porque integra cocheras, monoambientes y unidades de mayor tamaño, en una zona que se consolidó como un polo urbano moderno. También venimos trabajando con Life en lotes en el área metropolitana, lo que responde a la demanda creciente de espacios más abiertos.

En Santa Fe tenemos en marcha Santomás, un barrio premium que combina diseño y categoría, pensado para un público que busca calidad y entorno. Y en Sauce Viejo desarrollamos barrios abiertos, con lotes accesibles que apuntan a sectores de clase media. Cada uno de estos proyectos está pensado para un segmento distinto, lo que refleja la idea de diversificación de la que hablábamos antes.

-El aumento de los costos de construcción es un obstáculo central. ¿Cómo lo están abordando?

Es, sin dudas, uno de los principales desafíos. En algunos casos la suba de costos llevó a que los proyectos resulten inviables con los valores de venta actuales. Una de las estrategias que analizamos es la importación de ciertos materiales desde China, especialmente terminaciones como pisos, puertas o espejos. No podemos hacerlo con materiales estructurales, que necesariamente deben ser locales, pero sí con estos otros insumos que representan una parte significativa del costo total.

La clave es mantener la calidad que caracteriza a Pilay y, al mismo tiempo, ser más eficientes. Una reducción del 10% o 15% en algunos rubros puede marcar la diferencia en la viabilidad de un desarrollo.

-¿Qué está ocurriendo con el mercado de propiedades usadas?

Lo que vemos es que el mercado absorbió las unidades más baratas y hoy quedan en oferta propiedades que no logran convalidar los precios pretendidos por los vendedores. Los valores en dólares de los usados todavía no reflejan la realidad de los costos de construcción, y eso frena el movimiento.

Creemos que en el mediano plazo, a medida que se estabilicen los costos y que la economía genere un poco más de certidumbre, va a haber una recomposición. El inmueble en Argentina siempre termina encontrando un piso y luego recupera valor, sobre todo medido en dólares

-¿Qué rol puede jugar el crédito hipotecario en esa recuperación?

El crédito hipotecario es fundamental. Hoy tiene un peso prácticamente nulo en el mercado, pero sería un motor decisivo. Cuando la clase media tiene acceso a financiamiento, se amplía la demanda de manera exponencial.

Por supuesto, eso requiere estabilidad macroeconómica y tasas de interés razonables. Mientras eso no ocurra, el acceso a la vivienda va a seguir siendo muy limitado. Pero estoy convencido de que, si en algún momento crecen los créditos hipotecarios, veremos un avance fuerte del sector.

-Después de más de 35 años de trayectoria, ¿cómo se combina esa tradición con la innovación?

Somos una empresa que genera confianza en los clientes. Pero al mismo tiempo tenemos que innovar, diversificar y adaptarnos al mercado. La clave está en ofrecer flexibilidad. Que el cliente pueda destinar sus ahorros a distintos productos, elegir según sus necesidades y saber que está respaldado por una empresa con historia.

“El mercado se está reconfigurando y exige productos más flexibles”

El directivo analizó la actualidad del sector inmobiliario argentino, marcado por la suba de costos de construcción, la falta de crédito y el cambio en los hábitos de ahorro.

ENTREVISTA. MARTÍN PREZ, CEO DE PILAY

ENTREVISTA. MARTÍN PREZ, CEO DE PILAY

“La combinación de distintos factores nos lleva a un mercado que está en plena reconfiguración”, asegura Prez.

Los jóvenes, en particular,

piensan en plazos más cortos. Quieren resultados visibles en el presente o en un

horizonte de pocos años,

no dentro de dos décadas.

La clave está en ofrecer

flexibilidad. Que el cliente

pueda destinar sus

ahorros a distintos productos, elegir

según sus necesidades

Los precios de los inmuebles usados

quedaron atrasados en dólares, lo que genera una brecha de alrededor del 30% con lo que cuesta construir desde cero.

Martín Prez. CV

Nacido en Rosario, es contador público de la UNR y magister en finanzas de la Universidad del Cema. Se desempeñó en el área de auditoría de la consultora Deloitte, luego transitó por el banco HSBC, la desarrolladora inmobiliaria Pacific Group y el grupo Brayco, ligado a la construcción. Desde 2013 se sumó a Pilay, y en 2021 pasó a desempeñarse como su CEO.

A lo largo de su carrera profesional tuve a cargo las siguientes áreas: Auditoría, Consultoría, Contabilidad, Reporting, Presupuesto, Control Financiero, Administración, Finanzas y Tesorería.