Un análisis de desafíos y recomendaciones de política para fomentar proveedores nacionales debe partir de una mirada estratégica de largo plazo, bajo la cual todas las políticas de apoyo y promoción de proveedores, así como del sector en general, deben orientarse en direcciones sustentables. Es decir, deben apoyar procesos, actividades, proyectos y firmas que apunten no sólo a atender problemas productivos y tecnológicos, sino también hacia reconversiones y transformaciones que aborden los problemas y riesgos ambientales y de salud que genera la minería.
Los mercados globales de minerales metálicos y de litio se direccionan hacia esquemas de suministro sustentable, donde las empresas mineras y sus proveedores proporcionen evidencia verificable e independiente de que la producción se ha realizado en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es decir, con una baja huella hídrica y de carbono, en armonía con el medio ambiente y las poblaciones locales, y en línea con estándares éticos.
En línea con definiciones recientes de organizaciones chilenas (Corporación Alta Ley, 2021; Fundación Encuentros del Futuro, 2022), en este informe entendemos a la “minería sustentable” como una minería con las siguientes características:
- Baja en emisiones de carbono y en adaptación al cambio climático, por ejemplo mediante la creciente adopción de energías renovables en sus procesos.
- Eficiente en el manejo del agua y de la energía y que minimiza la generación de residuos tendiendo a sistemas de producción circulares.
- Capaz de integrar la digitalización, la trazabilidad y la verificación por terceros como parte integral de sus procesos, para garantizar que se realiza atendiendo los desafíos ambientales.
- Impulsora de encadenamientos productivos en toda la cadena de valor (aguas arriba y abajo) para apuntar a exportar “minería” (y no sólo minerales), siguiendo el ejemplo de Australia y su sector de proveedores especializados denominado “METS”.
- Capaz de insertarse en los territorios, trabajando en colaboración y no en confrontación con las poblaciones locales, sobre la base de acuerdos que atiendan aspectos distributivos, deliberativos y de justicia de procedimiento.
El desarrollo del sector en Argentina es todavía incipiente. En un contexto internacional que avanza hacia la sustentabilidad, y con una sociedad civil movilizada hace décadas, el país tiene la oportunidad de direccionar el sector hacia la sustentabilidad social, ambiental y económica, y posicionarse como líder mundial en una producción de minerales que responda a estas características.
Hacia una minería que se reconvierte en direcciones sustentables
Argentina cuenta con un importante potencial geológico y minero, especialmente en cobre y litio, cuya demanda se prevé que aumente sustancialmente por la transición energética. La actividad minera representa el 0,9% del valor agregado bruto y el 3,7% de las exportaciones, pero aún no alcanzó todo su potencial. En contraste con Chile y Australia, el sector y sus proveedores han tenido un desarrollo limitado. Existen factores que limitan la integración de la actividad minera con el aparato productivo nacional. Promover propuestas para el desarrollo de proveedores, y por esa vía potenciar el sector y a la economía local, se convierten en este momento en una tarea clave.
Breve panorama de los proveedores para minería metalífera en Argentina
En Argentina el sector está dominado por la minería de metales y de litio, los cuales en 2019 explicaban casi el 85% del total facturado. Estos dos segmentos representaban, también en el mismo año, el grueso de las compras de bienes y servicios para la minería (86% contra 13% de la no metalífera).
Asimismo, dichas ramas son las principales importadoras: en 2019 explicaban casi el 93% del total de las importaciones de bienes realizadas por el sector minero (Schteingart y Allerand, 2021).
Los grandes proyectos pioneros de la minería metalífera durante la década de 1990 fueron la mina Alumbrera y Cerro Vanguardia, en las provincias de Catamarca y Santa Cruz respectivamente.
Estos proyectos comenzaron a operar en provincias con una matriz productiva e industrial poco desarrollada y, por lo tanto, hicieron una contribución limitada al desarrollo de proveedores en dichas jurisdicciones.
Para su construcción y operación importaron buena parte de sus requerimientos de bienes y servicios. El tipo de proveedores que se desarrollaron en estos emprendimientos fueron proveedores de servicios, no intensivos en conocimiento, con especial incidencia en rubros como la construcción (obras civiles), el comercio (ferretería industrial, herrería, artículos de limpieza, librería, etc.), gastronomía, servicios médicos, de transporte de personal, de seguridad y recolección de residuos, entre otros.
La generación de nuevos proveedores estuvo vinculada a las políticas corporativas de inversión social y de responsabilidad social empresaria (en adelante RSE) de las empresas mineras.
En la década de los 2000, la expansión del sector favoreció el desarrollo de nuevos proveedores domésticos en sectores más sofisticados. En 2019 los sectores proveedores de la minería más importantes (por monto de compras) fueron la industria (24%), seguido por la construcción (17%), el comercio (15%), los servicios profesionales y empresariales (10%), el petróleo y gas (8,7%), y transporte y logística (8%). Estos seis sectores explicaron el 85% de las compras mineras.
Al descomponer las ramas industriales proveedoras de la minería, los datos revelan que los metales y la metalmecánica representan el 38%, seguido por químicos (21%) y reparaciones y maquinaria (15%), tres ramas que alcanzan al 75% del total demandado por la industria. En el rubro de explosivos y voladura destacan empresas extranjeras como Orica, Austin Powder, Enaex y la empresa estatal argentina Fabricaciones Militares. En la rama de reparaciones de maquinaria destacan las empresas Finning y Liebherr, ambas multinacionales con filiales en distintos lugares del país. Asimismo, uno de los competidores nacionales destacados es la Red Balderramo localizada en San Juan.
En el rubro construcción lo más destacado son las obras de ingeniería civil que se realizan para nuevos proyectos y para la ampliación o expansión de aquellos en operación. En este segmento hay buena presencia de grandes empresas de capital argentino como Techint o Panedile que compiten o se asocian con multinacionales. Se acentúa también la presencia de empresas nacionales en el segmento de servicios de perforación y servicios relacionados.
El rubro de comercio está dominado en un 70% por comercio mayorista vinculado a maquinarias y equipos que son comercializados en gran parte por empresas multinacionales como Finning, Sandvik, Atlas Copco, Epiroc, Hilti Argentina o Bosch Rexroth. Estas empresas realizan mayormente comercio intrafirma con proveedores extranjeros de la misma compañía. Las ventas de combustible para gasoil minero son también relevantes y benefician principalmente a firmas petroleras como YPF. El rubro transporte y logística es uno que presenta bajas barreras de entrada para los proveedores argentinos. A su vez es un rubro donde los proveedores suelen radicarse en la misma provincia en que se localizan los yacimientos. Ejemplos de ello son proveedores de transporte de personal desarrollados por minera Alumbrera en Catamarca, o las empresas Maxiklak, Vialtec o Sanami, todas firmas sanjuaninas de transporte y logística con relevancia para la minería en San Juan.
Algo similar ocurre con los servicios de catering, entre las que se destacan empresas nacionales grandes como Cookins, con presencia en distintas provincias, o pymes como Caterwest, en San Juan.
La generación de proveedores de capital nacional genera considerables beneficios socioeconómicos. Por un lado, contribuye a la diversificación productiva a nivel local, provincial y nacional, promoviendo la expansión de la actividad económica a nivel local, y de capacidades productivas y tecnológicas a nivel nacional. Un estudio reciente sugiere además que puede contribuir con la movilidad social de trabajadores locales debido a, entre otras cuestiones, las mejoras salariales que se evidencian en aquellas firmas proveedoras de grandes empresas (incluyendo a las de minería) frente a aquellas que no lo son.
Ejemplos de esta cuestión se encuentran en ramas proveedoras de servicios de gastronomía o construcción, típicamente de bajos salarios; los salarios de aquellos proveedores ligados a la minería son más altos en comparación a los de aquellos ajenos al sector.
Proveedores del sector minero se acomodan
para competir en un mega negocio
Desafíos institucionales y lineamientos estratégicos para apuntalar el desarrollo del sector, potenciarlo y beneficiar a la economía local.
LA PROMESA DEL LITIO
LA PROMESA DEL LITIO
Por Diego Murguía, Anabel Marín, Víctor Delbuono y Carlos Freytes
Metales y metalmecánica representan el 38%, seguido por químicos y reparaciones.