La industria suda la gota gorda para ganar mercados. | Page 53

Las cuentas nacionales reflejan un crecimiento durante el 2025 de la actividad económica -el sector fabril inclusive- pero se trata de un dato que merece ser adecuadamente analizado. Por un lado cabe consignar que la comparación se realiza con los niveles de 2024, que para muchos sectores representan un piso, luego de varios años en caída. Por otra parte, es necesario puntualizar que las cifras de crecimiento del último trimestre entraron en un preocupante estancamiento, cuando no se produjeron retrocesos. Un fenómeno incipiente que genera incertidumbre de cara al cierre del año, agigantados por los clásicos vaivenes de los años electorales.

De acuerdo con un informe elaborado por la consultora ACM en base a los datos del Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPIM), el indicador mostró en junio un crecimiento interanual de 9,3%, pero en la medición desestacionalizada retrocedió 1,2% mensual, cortando dos meses consecutivos de expansión. En el acumulado del año, la industria presenta un aumento de 7,1% respecto del mismo período de 2024.

15 de las 16 divisiones industriales registraron incrementos interanuales. Los mayores aportes provinieron de alimentos y bebidas (+4%), otros equipos, aparatos e instrumentos (+42,7%) y vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes (+29%), cada uno con una incidencia de 1,2 puntos porcentuales en el índice general y la única división con caída fue productos del metal, que retrocedió 5,8% interanual.

El primer tropiezo de 2025 fue en marzo, cuando el gobierno redefinió el régimen cambiario. Luego abril y mayo mostraron cierta recuperación, pero el indicador de junio se explica en parte por una baja base de comparación, el informe advierte que la evolución del consumo interno, la apertura comercial, el desempeño de sectores con alta exposición a la competencia externa y el contexto político marcarán la dinámica industrial en el segundo semestre.

La amenaza importadora

Un informe elaborado por la Fundación Observatorio Pyme, correspondiente al segundo trimestre de 2025 sobre una muestra de 407 encuestados, evalúa cómo se paran las pymes industriales ante la amenaza del ingreso de bienes importados a la Argentina.

El estudio revela que un 45% de las empresas industriales enfrenta amenazas importadoras, mientras que un 33% asegura haber perdido participación en el mercado interno a manos de productos del exterior. Estas cifras representan máximos históricos de la serie.

Un 73,3% de las firmas señalan a China como el principal origen de ese riesgo, mientras que Brasil aparece en segundo lugar como origen de riesgo para la producción nacional, con un 16,6% de las menciones. En menor medida, se registran referencias a Paraguay (1,7%), Chile (0,6%), la Unión Europea (0,9%), Estados Unidos y Canadá (0,6%), India (0,6%), el sudeste asiático (2,1%) y el resto de Asia (0,5%).

La amenaza importadora no afecta de manera uniforme. En la industria metalmecánica, el 59% de las empresas reporta riesgos, y de ellas, el 86% identifica a China como origen. En textiles, prendas de vestir, productos de cuero y calzado, el 61% enfrenta amenaza y el 63% la vincula al gigante asiático.

En muebles, madera, corcho y paja, el 41% menciona riesgo, con un 77% apuntando a China. En sustancias y productos químicos, caucho y plástico, la amenaza alcanza al 47% de las firmas, y un 72% señala a China como la principal fuente.

En el caso de alimentos y bebidas, la proporción de empresas que perciben una amenaza importadora es sensiblemente menor, del 14%, y el principal origen señalado es Brasil (54%), seguido por China (21%). En otras actividades industriales, el 48% percibe riesgo, y el 72% de esos casos atribuye la amenaza a China.

El relevamiento muestra que la competencia de las importaciones se manifiesta de diversas maneras. Un 45% de las empresas bajo amenaza detecta la presencia de competencia desleal, un 34,5% indica que los productos importados no cumplen con las mismas normas técnicas que los locales, y un 17,1% advierte que el ingreso se produce de manera irregular, es decir, por canales de contrabando.

En el sector textil, el 53% de las empresas señala competencia desleal, un 34,3% afirma que los productos no cumplen con normas técnicas y un 38,3% denuncia ingreso irregular de mercadería. En metalmecánica, el 38% menciona competencia desleal, un 34,7% incumplimiento normativo y un 18,3% ingreso irregular. En sustancias y productos químicos, caucho y plástico, un 49% indica competencia desleal, un 25,5% falta de cumplimiento técnico y un 17,4% contrabando.

El informe también registra un aumento en la sustitución de insumos y producción nacional por bienes importados. En el segundo trimestre de 2025, un 22% de las pymes manufactureras reemplazó insumos, materias primas y bienes intermedios de origen local por importaciones, mientras que un 10% sustituyó producción propia de bienes terminados por productos del exterior.

Las cifras varían según el sector: en metalmecánica, el 28% de las empresas sustituyó insumos y el 14% bienes terminados; en químicos, caucho y plástico, el 29% reemplazó insumos y el 7,5% bienes terminados; en muebles, madera, corcho y paja, el 16% en ambos casos; y en textiles, el 17% sustituyó insumos y el 11% bienes terminados.

Demanda interna y costos

La presión importadora se combina con otros factores que afectan a las pymes industriales. Un 68% de las empresas declara preocupación por la debilidad de la demanda, y la producción promedio cayó un 1,3% interanual en el segundo trimestre, con descensos más marcados en textiles, muebles y químicos.

Por otro lado, los precios y las ventas evolucionan por debajo de los costos. El 74% de las empresas reportó aumento de costos, y sólo un poco menos de la mitad (35%) pudo trasladarlo a precios. Esta situación está llevando a las empresas a buscar estrategias defensivas para mejorar las cuentas (incluyendo recortes de personal y aumento de componente importado en la producción) y a reclamar medidas para “nivelar la cancha” (alivio de la presión fiscal, estabilidad macroeconómica, reformas en el mercado laboral). Un 67% de las pymes manufactureras enfoca su estrategia en la reducción de costos, que puede incluir recortes de personal. Como consecuencia del bajo nivel de actividad, la necesidad de mejorar estructura de costos y la fuerte presión importadora, se profundiza la caída del empleo en las pymes industriales (-4,7% interanual), acumulando 9 trimestres de caída. Además, los costos crecieron un 33% interanual, por encima de las ventas nominales, que aumentaron un 27%.

Un 48% sostiene su actividad operando con pérdida de rentabilidad, recurriendo a deudas u otras medidas de contingencia. En paralelo, el 41% realiza inversiones, incorpora tecnología o busca nuevos mercados, mientras que un 13% trabaja en la reconversión de su actividad productiva. Solo el 2% de las empresas declaró estar en proceso de cierre.

Los números macro mejoraron en el primer semestre, pero la incertidumbre y la apertura comercial meten ruido de cara al futuro.

PANORAMA

Estancamiento e importaciones mantienen en vilo a la pequeña y mediana industria