El docente "casi 10" que sueña con dejar huella en el corazón de sus estudiantes
FRANCO ZUBLER, UCA SANTA FE
Obtuvo promedio 9,86 en el Profesorado en Ciencias de la Educación (UCSF). Combina vocación, reflexión y amor por el conocimiento.
Franco Zubler nació en Recreo, una localidad cercana a la ciudad de Santa Fe. Y desde chico se dio cuenta que su vida estaría vinculada al recreo, pero ya no por su ciudad, sino por la escuela, puesto que su vocación docente era reconocida incluso por sus profesores.
“Mis docentes en la secundaria me decían: ‘Franco, un compañero tuyo estaba desorientado, te acercaste y pudiste explicarle algo que conmigo no entendía’, siempre tuve ganas de ayudar al otro, explicarle y acompañarlo”, aseguró Franco Zubler en diálogo con Punto biz.
Allí comenzó un camino que lo llevaría a convertirse en Profesor en Ciencias de la Educación en la Universidad Católica de Santa Fe, donde obtuvo el mejor promedio de su promoción: 9,86. Su decisión de estudiar este profesorado universitario surgió a partir de un docente que, según él, sabía de todo. Al momento de elegir, las opciones eran varias: Historia, Filosofía o Ciencias de la Educación. Pero su amor por contagiar conocimiento ganó la pulseada.
En cuanto a la pertinencia disciplinar, explicó: “El profesorado existe para dar una respuesta a una falta de personas capacitadas en la formación docente, nosotros somos docentes formados para formar docentes, para ayudar a reflexionar y pensar la educación desde el trasfondo”. Y agregó: “También estamos para ayudar y movilizar desde el aula”.
Métodos de estudio
Con respecto a sus hábitos de estudio, señaló que prefería la soledad de la noche, entre las 23 y las 4 de la madrugada, cuando el silencio le permitía concentrarse mejor. “Eran cinco horas solo para mí, ideales para aprovecharlas al máximo”, sostuvo. Al mismo tiempo, valoró y agradeció el apoyo de su familia, que le permitió estudiar sin tener que trabajar ni ocuparse de responsabilidades domésticas.
A lo largo de su formación, hubo frases que lo marcaron. Una de ellas, de Paulo Freire, lo acompañó incluso en su discurso de colación: “La educación no va a cambiar el mundo, pero va a cambiar a las personas que luego van a cambiar el mundo”.
Entre los recuerdos más significativos, mencionó su primer examen final, en Introducción a la Filosofía, en el que los nervios se disolvieron con el aliento del docente. También destacó un viaje a Buenos Aires en su último año, que le permitió ver la amplitud de salidas laborales de su carrera, y las peñas de fin de año en la Facultad de Filosofía y Humanidades, espacios de encuentro y comunidad.
Su reconocimiento como mejor promedio no fue un objetivo en sí mismo, sino la consecuencia de una dedicación constante. “No competí por eso, siempre me gustó profundizar en las materias, meterme de lleno y disfrutarlas, y el resultado fue la nota alta”, afirmó. Y agregó: “Cuando llegó la mención fue un momento muy especial, un broche de oro a mi esfuerzo y algo que disfruté mucho”.
Compromiso y proyección
Actualmente, Zubler es ayudante de cátedra en “Introducción al Conocimiento Científico” y embajador del profesorado en Ciencias de la Educación en su universidad. En este rol, se dedica a difundir la carrera y orientar a jóvenes interesados. “Es una carrera hermosa, pero poco conocida, quiero que más personas la descubran”, enfatizó.
Su sueño profesional es profundo y simple a la vez: quedar en el recuerdo de sus estudiantes por haberles dejado algo valioso. “No debe haber nada más emocionante que un alumno te diga ‘gracias profe por lo que me enseñó’, eso me haría muy feliz”, aseguró. También anhela dejar una huella material, como un libro.
Zubler está convencido de que hay que cambiar la metodología de enseñanza, reformar el sistema educativo y brindar mayor financiamiento. “Hoy en día tenemos una escuela del siglo XIX, con profesores del siglo XX que quieren enseñarles a estudiantes del siglo XXI”, subrayó. Cree que la escuela tiene que cambiar porque el sistema actual está quedando anquilosado y no da respuesta a las necesidades de hoy. “Cambiar es pensar en disciplinas o materias en un sentido más ligado a la práctica, que el estudiante use el conocimiento para lo práctico y que las materias de secundaria no sean cerradas, sino espacios interdisciplinarios”, profundizó.
Consejo para estudiantes
Si pudiera hablar con el Franco que empezaba la carrera, le diría que se relaje y disfrute más. “Los primeros años fui demasiado autoexigente y le decía que no a todo, después entendí que la vida universitaria también se vive fuera de las aulas. Hoy les digo a mis estudiantes que estudien mucho, pero que también vivan y disfruten la carrera”, concluyó.
“Siempre me gustó profundizar en las materias y disfrutarlas, y el resultado fue la nota alta”.
Zubler es ayudante de cátedra y embajador de posgrado en su facultad.