Se sienta a la mesa la IA (Inteligencia Alimentaria) Julio 2025 | Page 55

ción con el pescado ya existe, pero falta convertir eso en platos de autor, con valor agregado”, apuntó. Una idea concreta sería transformar menús tradicionales de lugares emblemáticos como Puerto Gaboto en propuestas más creativas y modernas.“ Reconvertir los menús en tapas de pescado, y trabajar platos de autor con esos productos. Eso daría identidad y proyección”, afirmaron. La comparación con Lima – ciudad de magnitud y perfil similar a Rosario – no es casual. La capital peruana logró cruzar tradición local con influencias japonesas para crear un estilo propio, exportable y de prestigio internacional. Rosario, con una tradición multicultural y una geografía privilegiada, podría avanzar por un camino similar si logra ordenar y potenciar sus fortalezas.
¿ Qué falta para consolidar una identidad culinaria rosarina? El problema no es de ingredientes ni de talento. Según Saracco, el principal obstáculo es la falta de coordinación y voluntad política.“ Los profesionales de la cocina de Rosario tienen que volver a nuclearse, ponerse de acuerdo y generar una identidad local. Muchos ya trabajan con productos de cercanía: pescados de río, carnes de la pampa húmeda, lácteos de la cuenca lechera, vegetales de las huertas … pero falta darles un relato,
Augusto Saracco, experto en gastronomía, y Diego Hugolini, chef del Sunderland.
una forma, un sello”, sostuvo.
Rosario cuenta con productos
Otro aspecto que juega en
autóctonos,
una
base
contra es la escasa presencia de turismo internacional.“ La falta de turistas que vienen a buscar identidades gastronómicas hace que no tengamos la urgencia de definir una cocina propia”, reflexionó Saracco. A eso se suma un factor cultural ya que,“ en general, la gente cuando sale a comer no busca productos típicos, sino que quiere algo nuevo, exótico o visual. Eso pasa en todas las ciudades del mundo”. La irrupción de las redes sociales también influyó.“ Hoy se valora más lo estético que lo auténtico. Hay una comunidad que sigue influencers y va a lugares por las fotos, no por la calidad. Eso atenta contra la búsqueda de identidad, que lleva tiempo, trabajo y dinero”, sentenció Saracco.
multicultural rica y chefs talentosos. Pero todavía no ha logrado convertir ese capital en una identidad culinaria reconocida y valorada más allá de sus fronteras. La cocina rosarina está en movimiento, con propuestas que van desde lo popular hasta lo sofisticado, y con un público cada vez más exigente.“ Si tuviera que definir la gastronomía rosarina hoy, diría que es sabrosa, abundante y de buena calidad”, resumió Hugolini. La pregunta entonces no es si Rosario puede tener una cocina con marca propia. La pregunta es cuándo decidirá construirla de forma colectiva, estratégica y sostenida. El río, la tierra y su historia ya pusieron los ingredientes. Ahora falta el plato.
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