Augusto Saracco, experto en gastronomía, y Diego Hugolini, chef del Sunderland. | ||||
una forma, un sello”, sostuvo. |
Rosario cuenta con productos |
|||
Otro aspecto que juega en |
autóctonos, |
una |
base |
|
contra es la escasa presencia de turismo internacional.“ La falta de turistas que vienen a buscar identidades gastronómicas hace que no tengamos la urgencia de definir una cocina propia”, reflexionó Saracco. A eso se suma un factor cultural ya que,“ en general, la gente cuando sale a comer no busca productos típicos, sino que quiere algo nuevo, exótico o visual. Eso pasa en todas las ciudades del mundo”. La irrupción de las redes sociales también influyó.“ Hoy se valora más lo estético que lo auténtico. Hay una comunidad que sigue influencers y va a lugares por las fotos, no por la calidad. Eso atenta contra la búsqueda de identidad, que lleva tiempo, trabajo y dinero”, sentenció Saracco. |
multicultural rica y chefs talentosos. Pero todavía no ha logrado convertir ese capital en una identidad culinaria reconocida y valorada más allá de sus fronteras. La cocina rosarina está en movimiento, con propuestas que van desde lo popular hasta lo sofisticado, y con un público cada vez más exigente.“ Si tuviera que definir la gastronomía rosarina hoy, diría que es sabrosa, abundante y de buena calidad”, resumió Hugolini. La pregunta entonces no es si Rosario puede tener una cocina con marca propia. La pregunta es cuándo decidirá construirla de forma colectiva, estratégica y sostenida. El río, la tierra y su historia ya pusieron los ingredientes. Ahora falta el plato. |